La regulación de una intersección o cruce peatonal mediante semáforo es la conclusión de un proceso de análisis de conflictos de tránsito y medidas alternativas a la semaforización, que permite concluir que la instalación de ese dispositivo es la solución más eficiente, desde el punto de vista económico-social. La regulación del tráfico en vías públicas es abordada por el Capítulo 4 del Manual de Señalización de Tránsito del Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones.

La programación de semáforos es determinada en todos los casos por el análisis temporal de flujos, denominado periodización. La etapa de análisis operativo pasa a ser la programación en la cual se determina el ciclo óptimo y los repartos de tiempo de verde. Cuando hay proximidad entre las intersecciones semaforizadas, su funcionamiento periódico introduce regularidades en la circulación, los que dan origen a la formación de grupos o pelotones de vehículos que circulan de una intersección a otra. En ese caso la coordinación de la programación de esos semáforos puede contribuir significativamente a disminuir las demoras y detenciones, si incorporamos además variables espaciales y de homogeneidad operacional.

Un proceso complementario a la modelación y programación de semáforos corresponde a la sintonía fina, proceso que describe el trabajo de terreno realizado para revisar el funcionamiento de los semáforos o redes con las programaciones óptimas.

La modelación y programación de semáforos es regulada bajo la normativa de la UOCT y el “Manual de Programación y Modelación de Semáforos”, tanto para semáforos nuevos como para actualización de redes en operación que necesiten actualizar sus programaciones, producto de los cambios constantes en el sistema de actividades de una comuna. Los programas más usados en esta área son Transyt y Sidra para intersecciones aisladas.